Quizás la fiesta en la calle es lo único que les queda a algunos grupos de personas, lo malo es que el fin no vale los medios ya que esta se limita a emborrachase a un bajo coste y dejar los espacios como estercoleros.
Detrás de estas fiestas que para ellos el único coste que existe son los productos que se consumen, hay una infraestructura que algunos ayuntamientos deben y comunidades autónomas deben asumir el mal comportamiento de sus ciudadanos.
Toneladas de basura, peleas como consecuencia del alcohol y gastos en la sanidad pública por comas etílicos.
Quizás nos deberíamos plantear que cuando una persona llega aun como etílico o una sobredosis de consumo de estupefacientes , deberíamos presentarle una factura del gasto que ha ocasionado y cobrarle y a la próxima vez se lo pensaría antes de tener que pagar .
Ya que a todos lo que nos duele es el bolsillo.
Lastima pero es así.
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